Así fue la rueda de prensa de Worldcanic

La sede de Vocento en Madrid ha acogido este viernes la rueda de prensa de presentación en la península de Worldcanic, en la que han intervenido algunos de sus protagonistas. Dirigidos por Benjamín Lana, director general de Vocento Gastronomía, han hablado en un pequeño congreso que ha puesto la miel en la boca. Resumimos seguidamente una presentación que ha dejado titulares y extrapolaciones directas.

Empezaba la jornada el propio Lana, definiendo a Worldcanic como “un evento singular en el que se mezcla ciencia, gastronomía y todo lo que afecta a las comunidades que viven alrededor de los volcanes por todo el mundo, con invitados de Islandia, Hawái, Costa Rica o Filipinas”. Incidía: “Las comunidades volcánicas del mundo tienen muchas cosas en común, muchas singularidades que pondremos en valor, ayudando a la transferencia de conocimientos entre expertos en diferentes materias. Worldcanic es un congreso que tiene que ver con la resiliencia a vivir donde se quiere, a relacionarse con la naturaleza de un mundo intenso”.

Lanzarote y el turismo gastronómico

Con un recuerdo para la isla de La Palma, “que se puede visitar, no lo olvidemos”, comenzaba su intervención el consejero de Promoción Económica del Cabildo de Lanzarote, Ángel Vázquez, que presumía de isla idónea: “Lanzarote es un territorio especializado en vulcanología. Nuestro paisaje es eminentemente volcánico, y tenemos una buena gastronomía basado en ese paisaje, por lo que somos Wordlcanic”. Aprovechará el Cabildo para reforzar su turismo: “El turismo gastronómico es un punto diferenciador, y nosotros queremos convertirnos en un destino culinario. Y lo podemos ser porque nuestro producto local es increíble, y porque tenemos una fuerte unión entre turismo y agricultura”.

“Está bien que se hable de los volcanes en sentido positivo, porque dan vida”

Le sucedía en la palabra una de los puntales del congreso, la vulcanóloga francesa Anna Fournier. Interpelada por Lana por el reciente boom mediático de los volcanes, Fournier contextualizaba: “Antes no se entendía qué estábamos diciendo, porque hace 200 años que no habíamos vivido una erupción así (la de La Palma), y no somos conscientes de los ecosistemas que crean los volcanes. Porque lo hacen. Los volcanes destrozan pero también crean vida. Si hay vida es gracias a los volcanes”, sentenciaba mientras se congratulaba de la celebración del congreso, “para hablar de los volcanes también de una forma positiva”. 

“La gente de los territorios volcánicos de todo el mundo tiene un alma en común”

Palabras que hacían meditar y englobaban el porqué de un congreso “con alma, con el alma de toda la gente que vive en zonas volcánicas. Porque la tienen y es común”, seguía la también fundadora de la Volcano Active Foundation. “Resiliencia se llama. Y en Worldcanic se evidenciará. Y ayudará a fortalecer esas comunidades para que puedan quedarse en sus tierras, que es lo que todas quieren”. “Y los chefs pueden ayudar en este aspecto”. 

“Los chefs pueden ayudar a asentar poblaciones volcánicas”
El grupo de cocineros presentes en la sala levantaba la oreja. Seguía la francesa: “Hay veces que el volcán no está activo pero igualmente sus gases pueden modificar el ph de la tierra y la gente puede enfermar comiendo y bebiendo. Por ello, modificando un poco la agricultura y la alimentación podemos disminuir esas enfermedades y ayudar a que la gente no se tenga que ir. Así que el trabajo de los chefs y agricultores es importante. La alimentación es vital. Y para eso, para esa concienciación sirve también este congreso”. Objetico marcado.

Recogía el guante la única cocinera sobre el escenario. Fina  Puigdevall explicaba su caso: “Les Cols está entre dos volcanes y encima de una falda volcánica. Y eso nos caracteriza. Por el producto que utilizamos -que al ser volcánico es peculiar, excelente. Ejemplo son las judías de Santa Pau- y por ser como somos, de carácter volcánico. Ese se lleva dentro”, asentía mirando a Fournier.

Tras la erupción, se tiene que esperar 4 años para que la tierra sea productiva

Volvía la palabra a los isleños. Juan Betancort es el responsable de la campaña de Saborea Lanzarote, y presumía de tierra mientras sus colegas la presentaban. “Lanzarote es volcánicamente rico”, espetaba Lana. “Y lo es porque la historia nos explica que en el largo plaza los volcanes dan vida”. Exactamente, respondía Fournier a una pregunta del público más adelante, tenemos que esperar un mínimo de 4 años para que la tierra empiece a ser productiva tras la erupción. Y entre 6 y 7 para que sus frutos sean excelentes”. Anotado. 

El caso de éxito de Lanzarote

Betancort explicaba el caso de Lanzarote: “La erupción del Timanfaya en el s. XVIII cambió la vida de la isla. Sepultó aldeas e hizo emigrar a centenares de personas. Lanzarote era entonces una zona desértica. Tras la erupción, no obstante, la gente se dio cuenta que florecían las plantas dentro del volcán. Y volvieron y, con ingenio, los agricultores fueron excavando y encontrando vida, y una fortaleza que antes no tenían. Encontraron fertilizantes naturales. Así que pasamos de ser un sitio casi sin producción a convertirnos en el granero de Canarias. Por lo que puedo decir que hay esperanza. El que lo vive –en alusión a La Palma- ahora no lo ve, pero en el largo tiempo tendremos muchas cosas que contar”.

Filipinas y Costa Rica

A la rueda de prensa se han conectado también dos de los participantes de Worldcanic allende los mares. El chef Chele Gonzalez avanzaba qué explicará en su ponencia congresual, y que tendrá que ver en cómo se readaptaron las comunidades aborígenes filipinas tras la erupción del volcán Pinatubo (ejemplo que puede interesar a La Palma). Gino González, presidente de Volcanes sin Fronteras en Costa Rica, por su parte, aplaudía la celebración de Worldcanic para que “aprendamos más de la convivencia con los volcanes”, convivencia que es real en Costa Rica, donde hay más de 200 volcanes muchos de ellos activos. “Los volcanes estaban antes que nosotros llegamos, así que tenemos que aprender a vivir con ellos”. Era una de sus frases. Buen resumen de lo que tiene que ser Worldcanic.

“Que se pague lo que vale el producto para sentar población”

Las palabras finales del periodista José Carlos Capel (“Alubias de Santa Pau, tomates de Sicilia, lentejas de Lanzarote, café de Costa Rica... Los ecosistemas volcánicos dan ingredientes realmente excepcionales”) y de Benjamín Lana a colación (“Son productos excelentes que tenemos que resaltar para que se pague lo que toca por ellos y eso ayude a asentar población”) ponían el broche a una presentación que finalizaba con una degustación de cocina lanzaroteña (y volcánica, claro) a cargo de Joao Faraco (Coentro, Pueto Calero) y Sergio Morales (El Niño Salvaje, Arrecife). Una muestra sápida de lo que será Worldcanic.